Juegos en el Antiguo Egipto

JUEGOS EN EL ANTIGUO EGIPTO


En el Antiguo Egipto, las personas que disponÍ­an de tiempo libre solI­an gastarlo dedicándose a disfrutar de determinados juegos y deportes, sobre todo entre las clases más altas. Por supuesto los niños eran los que más jugaban durante su infancia, y han llegado hasta nosotros diversos juguetes y juegos de mesa que así­ lo demuestran. Los pequeños de todas las clases sociales podí­an disponer de juguetes hechos de madera (una materia prima difí­cil de encontrar en Egipto y que suponemos que la conseguirí­an las clases más elevadas de la sociedad), tela o barro, como armas, muñecas, figuras móviles de animales y personas, peonzas, etc.

Pero también se dedicaban a los juegos comunales con sus amigos al aire libre, como luchas, saltos, carreras y otros muy similares a los que actualmente siguen jugando los niños de todo el mundo. El clima cálido desde luego ayudaba a ello, y estas escenas han quedado grabadas en las paredes de algunas tumbas, como las de Beni Hasan, en las que se representan a unas jóvenes practicando una especie de juegos malabares con pelotas pequeñas. Otro juego que ha quedado grabado en las tumbas es el conocido como "Juego de la estrella", practicado tanto por niñas como por niños, y que consistí­a en que dos de ellos sujetaban por las muñecas a otros dos compañeros inclinados y apoyados en el suelo por los talones, mientras los dos primeros tení­an que hacer girar a su alrededor a los dos segundos. Un ejemplo muy conocido es el del representado en la tumba de Mereruka.
 
 
 
Las niñas eran muy aficionadas al baile, y los niños a los juegos de fuerza, como por ejemplo el que consiste en hacer dos bandos, en cada uno de los cuales cada niño sujeta por la cintura al precedente, mientras que los dos primeros se enfrentan uniendo sus pies y entrecruzando sus manos, y cada grupo tira con fuerza hacia su lado, ganando el que aguante sin caerse. Otro juego muy común en ambos sexos era el de la lucha que mantení­an dos contendientes subidos a horcajadas sobre la espalda de unos compañeros.


Entre los adultos, el entretenimiento de los juegos era más practicado por las clases altas, que tenían más tiempo para dedicar al ocio. Aparte de los juegos de mesa, de los que hablaremos más adelante, se dedicaban a otros menesteres, como la caza o la pesca por placer (y no por necesidad alimentaria). Muy famosa es la escena de caza de aves de la tumba de Nebamon en Tebas, en la que se observa a la familia del noble disfrutando de un dí­a de caza en una barca sobre el Nilo, acompañados incluso por su gato, adiestrado para recoger las piezas (el gato también simboliza en este tipo de escenas la sexualidad como ejemplo de renacimiento), y donde podemos observar el uso del boomerang como arma arrojadiza. Este era también uno de los entretenimientos favoritos de los faraones, que normalmente se dedicaban a cazar animales más grandes y salvajes, como leones, hipopótamos o elefantes.



Y hablando ya de los juegos de mesa, sin duda el máss conocido de todos es el "Senet", que aparece documentado desde las primeras dinastí­as. Se jugaba sobre un tablero dividido en 30 casillas llamadas "peru" (casas) que se alineaban en 3 filas de 10 casillas cada una. Cada jugador disponí­a del mismo número de fichas (normalmente eran 5, aunque en el Reino Antiguo eran 7), y se diferenciaban o bien por el color o bien por la forma (unas eran en forma de conos y otras en forma de carrete). Para decidir el avance de las fichas se echaban unos palitos con las dos caras de distinto color o huesecillos parecidos a los dados, teniendo distinta puntuación según la combinación en que cayeran. En el tablero habí­a algunas casillas que daban puntuación extra y otras que perjudicaban el juego, aunque las más importantes eran las 5 últimas, que estaban decoradas con jeroglí­ficos. Se desconocen las reglas del juego, aunque hoy en di­a existen algunas interpretaciones de cómo pudo ser y se ofrecen partidas virtuales en Internet y el juego con todos sus componentes en cajas de venta al público. Lo que sí se supone es que el objetivo del juego era sacar todas las fichas del tablero antes que el oponente. Durante el Reino Nuevo, el Senet toma una significación religiosa muy importante, y en el Libro de los Muertos se recomienda jugar una partida contra un oponente invisible para garantizar al difunto una buena vida en el Más Allá.


Un juego de mesa muy parecido al Senet era el "de las veinte casillas", que en egipcio recibí­a el nombre de "tjau", y que surgió durante la dinastí­a XVII. También se desconocen las reglas, pero se jugaba entre dos personas y cada una disponía de 5 fichas.





 El "Juego de la Serpiente", conocido como "Mehen" por los egipcios, se jugaba sobre un tablero circular en forma de serpiente enroscada en espiral. Tampoco se conocen sus reglas, y después del Reino Antiguo ya no se volvió a encontrar (no se sabe si fue sustituido por otro similar o directamente dejó de usarse).

Otro juego famoso es el " del perro y el chacal", cuya aparción es de la época del Reino Medio. El tablero tenía forma de mesita apoyada sobre patas de animal, en cuya parte superior había 58 agujeros divididos en dos partes. Las fichas eran unos palos de marfil con cabezas de perro y chacal en uno de los extremos y afilados en el otro (por donde se introducían en los agujeros del tablero). Los agujeros 10 y 20 suponían un retroceso en el juego, y el 5 y el 25 permitían jugadas suplementarias.