Deportes en el Antiguo Egipto


DEPORTES EN EL ANTIGUO EGIPTO.

El deporte estaba bastante bien considerado en Egipto, pues era una forma de mantener el cuerpo sano y fuerte, aunque de todas formas los egipcios no le daban un valor competitivo como hacían los griegos por ejemplo, sino que era una forma de pasar el tiempo libre o para disfrutarlo como espectáculo. Tanto hombres como mujeres lo practicaban y así los favoritos eran la lucha, la esgrima con palos y el atletismo entre los varones, y la danza, los juegos acrobáticos con pelotas y la natación entre las féminas.
La danza femenina tenía un carácter religioso, pues se supone creada por Hathor. Y la natación era seguramente el deporte más practicado por todos, grandes y pequeños, pues tenía el río Nilo a mano para ello y el clima benigno ayudaba a su práctica, aunque se cree que las clases más elevadas podrían practicarla en las piscinas de sus palacetes. 
Los deportes masculinos parece que eran una especie de entrenamiento militar para la guerra. Hay numerosas escenas representando luchas deportivas, como por ejemplo en las tumbas de Beni Hassan, en una de las cuales (la de Baket) se escenifican unas 170 posturas distintas, dispuestas en forma secuencial ralentizada, y los golpes y llaves son muy parecidos a los de la actual lucha libre.

 

Los egipcios también practicaron una especie de esgrima. Utilizaban unos bastones de madera de alrededor de un metro de largo. Serí­a una esgrima similar a la actual de sable. Los contrincantes suelen ir vestidos igual que los soldados. Los bastones tienen las puntas reforzadas con metal y algunos eran tan grandes que seguramente habí­a que usarlos con las dos manos. Los espadachines utilizaban protecciones para la frente, antebrazo y dedos. Cuando no llevaban protección utilizaban un bastón en cada mano. Estos combates se pueden clasificar como ceremoniales en presencia del faraón, como rituales religiosos o bien sin ninguna significación religiosa.
En la sala hipóstila del templo de Ramsés III en Medinet Habu tenemos una escena de esgrima con palos .

Además de estos deportes, se practicaba el atletismo, especialmente las carreras individuales o en grupo, los saltos de altura y longitud y el levantamiento de pesos. Incluso se organizaban competiciones con árbitros elegidos para garantizar el buen funcionamiento del juego, y se premiaba a los ganadores con collares.  
Las acrobacias formaban parte de la danza egipcia. La realizaban las mujeres y en las tumbas podemos ver testimonios de sus movimientos, podí­an levantar la pierna hasta la vertical al tiempo que doblaban el cuerpo horizontalmente, arquear las piernas hasta llegar a tocar su propia cabeza o bien hací­an el puente. Estas danzas y acrobacias las realizaban durante las celebraciones religiosas, en festividades reales públicas y también en festejos privados de la corte.


Además de estas actividades, el pueblo egipcio realizaba otras muchas (de algunas apenas hay testimonios) como luchas entre barcos de pescadores que consistí­an en abordar las barcas de los rivales y arrojarlos al agua, podí­an utilizar también los remos. Estas luchas se realizaban en los canales y pantanos. También era un pueblo que practicaba la natación, aunque desconocemos a ciencia cierta si realizaban carreras o competiciones.
Aunque actualmente no lo consideramos como deporte la caza de animales salvajes (con arcos y lanzas) y la pesca (con arpones) se podrí­an integrar dentro de las actividades deportivas ya que utilizar un arco dista mucho de cazar con una escopeta…

De acuerdo con esto, el deporte favorito de los faraones era sin duda la caza de animales salvajes, como leones, cocodrilos, hipopótamos, toros, etc,...


Pero había una ceremonia en la que el rey tenía que demostrar su vitalidad y su presteza ante el pueblo, y era el festival Heb Sed. Era un acto de regeneración celebrado en el trigésimo año de su reinado de su reinado, en el que el rey tenía que correr una cierta distancia sin ninguna compañía para que sus fuerzas renacieran y pudiera seguir gobernando Egipto, por lo que en cierto modo se le puede integrar en el apartado de deporte.

En el recinto funerario de Zoser, en Saqqara, tenemos el mejor ejemplo de "circuito" para el festival Sed, así como una representación del rey haciendo la carrera "ritual.

Como paradigma de rey deportista destaca especialmente Amenhotep II, hijo de Tutmosis III, que ha pasado a la Historia como un gran guerrero y amante del deporte, tanto que se vanagloriaba de ser el más fuerte de los egipcios de su tiempo. Desde que era un niño se había dedicado a practicar sus deportes favoritos, especialmente la equitación, el remo y el tiro con arco, y se da cuenta que era capaz de atravesar con las flechas unas dianas de cobre de 6 centímetro de grosor. Manda construirun templo con una estela conmemorativa en la llanura de Giza, donde alardea de su poder físico, diciendo entre otras cosas que "Conocía los Caballos"; no tenía par en este numeroso ejército.
Ninguno de entre ellos podía montar su "arco" y "era inalcanzable cuando se lanzaba a la carrera".

Con la llegada de los hicsos al norte de Egipto en el siglo XVII a. C. el carro de combate entra en escena y los egipcios deben adaptar esta nueva herramienta militar para no quedarse rezagados. Dicho carro también lo utilizarán para actividades deportivas como la caza o carreras. Además de la aparición de los hicsos y del carro en la Historia de Egipto su llegada supuso una merma en el poder del faraón y estos tienen que recuperar su poder, para ello en palabras del egiptólogo Willson
"el deporte es algo semejante a la guerra, y el deportista vencedor viene a coincidir con el guerrero vencedor; además, necesitan los faraones recuperar el prestigio perdido históricamente y se servirán, aparte de los hechos bélicos, de los hechos deportivos y la propaganda deportiva".

El ejercicio fí­sico a partir de esta época cobra más importancia, todos los faraones aspiran al ideal de rey-atleta y en todos ensalzarán sus logros para así­ aumentar su prestigio. El siguiente texto referido a Tutmosis III es un buen ejemplo:
“…siete leones con arco en un momento y capturó una mandada de doce toros salvajes en una hora, después del desayuno” el escriba en el templo de Amón da fe de lo que nos cuenta “Digo la verdad de lo que hizo, sin mentira ni protesta, delante de todo su ejército, sin una palabra de jactancia. Si empleaba un momento de recreo en cazar en algún desierto, lo que él cobraba era más que lo que cobraba todo el ejército.”

                                            AMENOFIS II                                             SETHY II
  
La verdad es que no dista mucho de la propaganda actual, de esta forma los faraones se representaban así­ mismos invencibles en la guerra y en el deporte.
Seguramente los antiguos egipcios debieron practicar muchos más juegos o actividades similares a algunos deportes modernos, pero hasta la fecha no se han encontrado evidencias, mucho más difí­ciles si se trata del pueblo llano que utilizaba materiales perecederos que apenas dejan testimonio y con tumbas más humildes.

En resumidas cuentas, el pueblo egipcio disfrutaba con su ocio de distintas maneras, y una de ellas era practicando deporte o juegos de mesa, con una idea que ha llegado hasta nuestros días, y es conseguir mantener un cuerpo sano con una mente sana.